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La II fase del Encauzamiento del Nervión-Ibizabal afronta su recta final

Proyecto de URA, la Agencia Vasca adscrita al Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, y ejecutado por Vda. de Sainz, la segunda fase del Encauzamiento del Nervión-Ibaizabal a su paso por las localidades de Galdakao y Basauri está a punto de culminarse.

Las obras de la segunda fase del proyecto de Encauzamiento de los ríos Nervión e Ibaizabal se sitúan en el tramo Urbi-Bengoetxe en una longitud total de 1.570 m. Las actuaciones previstas en la fase II en su conjunto cuentan con un presupuesto de 6,5 millones de euros y un periodo de ejecución estimado de 20 meses, exponen fuentes de URA, Agencia Vasca del Agua, responsable del proyecto..

“Los ríos Nervión e Ibaizabal han mostrado momentos críticos por su insuficiencia hidráulica” explica el director de URA. “Es fácilmente apreciable que sus vegas han sido ocupados parcialmente por la acción humana y que el río ha sido encajonado, tratando de dar respuesta a las necesidades urbanísticas del momento; unas necesidades que no previeron el comportamiento natural del río en período de crecida. El resultado: inundaciones en la zona que este proyecto de encauzamiento se reducirán significativamente”.

Las actuaciones previstas en el proyecto de encauzamiento de los ríos Nervión e Ibaizabal se dividen en tres fases diferentes: tramos Bolueta-Urbi (finalizado el primer semestre de 2014), Urbi-Bengoetxe (en ejecución) y Bengoetxe-Plazakoetxe (en proyecto).

Dentro de la segunda fase que ahora toca a su fin, además de la sustitución del puente de Bridgestone (Firestone), las obras de encauzamiento del Ibaizabal han contado con otras actuaciones como la demolición del puente Urbi llevada a cabo a principios de este año y su sustitución; la restauración ambiental; así como la reposición de servidumbres existentes, caminos, pasos y todos aquellos servicios que puedan verse afectados y en general, todas las obras accesorias y complementarias que se precisen, no sólo para asegurar la función hidráulica principal, sino también aquellas otras que incidan en la ordenación del territorio y sirvan para minimizar el impacto ambiental.